Se vienen las elecciones y el
venidero fracaso. Las elecciones judiciales de este domingo debilitaría
al Gobierno en su negociación con los marchistas indígenas defensores del TIPNIS,
quienes tendrían ventajas en la búsqueda de respuestas favorables a sus
demandas.
En este momento, la marcha indígena
está en mejor posición por todas las torpezas en las que el Gobierno ha
incurrido y por el apoyo social que ha suscitado esta marcha. Ahora está claro
también que si al Gobierno no le va bien para este domingo, entonces eso
lo va a poner en situaciones más difíciles en su proceso de negociación con los
indígenas.
Para ellos, cualquier
debilitamiento en el gobierno facilita su movilización e impide que el gobierno
pueda llevar adelante estrategias ofensivas contra el movimiento indígena.
La mayor
responsabilidad recae sobre el Gobierno, que podría ser el que reciba también
el rechazo popular. Las consecuencias de ello las va a asumir el Gobierno y el
MAS, y, lógicamente, el país; se habrá perdido una oportunidad histórica de
tener un Órgano Judicial revalorizado, independiente.
Hay necesidad
de actuar con transparencia. Tomar decisiones que pueden parecer óptimas, pero
que si no lo hacen le quitará transparencia al proceso.
Después de las elecciones que pasara o que nos esperara a
los Bolivianos. El resultado será abrumador en cuanto apoyo solo se refiera si
gana el voto Nulo o de hecho si el pueblo acude masivamente a las urnas.
Si el SI o el NO ganan
se estará disputando el apoyo al presidente de no ser así se habrá demostrado
que en las próximas elecciones los parámetros de apoyo a favor del gobierno se habrán
establecido.
Si bien el MSM ha logrado muchas cosas positivas entre
ellas la Alcaldía, Juan del Granado ira por la silla presidencial.
Los indígenas llegaran después del 16, el repudio con el
problema del TIPNIS a la poca asistencia acabara de ahogar al Movimiento Al Socialismo.
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